Este Palacio convertido en Hotel, fue la casa de Don Ricardo O’Farrill, fundador de una de las familias más acaudaladas de la época colonial proveniente de Irlanda. En los espaciosos salones de alto puntal, la madera, la piedra y la reja armonizan con el color verde de San Patricio, que mundialmente identifica al país norteño. Apenas conectado por un portón con el barullo de la vida citadina, el sosiego de los espacios interiores logra crear un oasis de tranquilidad.
El inmueble aflora como un genuino símbolo de la arquitectura neoclásica cubana de inicios del siglo XIX. La presencia de los siglos XVIII, XIX y XX en los aspectos arquitectónicos del Palacio, la decoración y ambientación en cada piso está acorde a estos siglos, lo cual hace que se respire una original combinación de historia y modernidad.
El hotel cuenta con un restaurante y snack bar, patio interior y terraza con hermosa panorámica. Además de 35 habitaciones estándar y tres Junior suites, equipadas con TV Satélite, caja de seguridad, baño privado con secador de pelo y agua fría y caliente, minibar y electricidad 110V/60Hz - 220V/60Hz.
Servicios generales: